Epoca Victoriana

ÉPOCA VICTORIANA

La grandeza británica alcanza su cúspide con Victoria I de Inglaterra (1819-1901), quien gobernó el Imperio Británico en 1837, devolviéndole la estabilidad a la corona. Su reinado es considerado uno de los mas prósperos de su época, por lo cual llego a convertirse en símbolo de un periodo que tomara su nombre: “la era victoriana”.




En 1825 la moda comenzó a dar un giro: se comenzaron a utilizar las mangas jamón (amplias), el escote amplio, la falda acampanada, los volantes (volado debajo del vestido), los sombreros, capotas o cofias, el canesú, las ballerinas, los cuellos almidonados que simulaban ser gorgueras y el talle descendió a la cintura. Es un momento que remite a varios periodos del pasado; en este caso podremos ver como el cuello de encajes superpuestos simula una gorguera renacentista. Los vestidos diseñados para la jóvenes adineradas y elegantes de finales de la época Victoriana estaban hechos con telas muy delicadas. Vestidos de gaza hechos con tul y sedas, eran profundamente adornados, hechos para ser usados un par de veces antes de ser reemplazados. Los vestidos delicados y adornados eran usados por mujeres jóvenes y solteras. Las mujeres  casadas se vestían de una manera mas practica en satén y terciopelo pesado, aunque estos vestidos no llevaban menos decoración.





En 1830 las mangas se ampliaron aun mas, incluyendo a las del vestido de primera piel. El escote bote deja ver los hombros. Había tres tipos de escotes: escote bote, escote berta y el escote Eugenia de Montijo (esposa de Napoleon III). La cintura es bien ceñida y la falda mas amplia. El canesú muy vasto, vuelve el corse, los hombros y escotes muy bajos;  las mangas se siguieron ensanchando hasta alcanzar su máximo volumen, se utilizaban guantes. Los peinados con trenzas sobre el rostro. Colores mas oscuros que en la época anterior. Se usan los sombreros de gran ala con flores, plumas y cintas.




En 1837, se fabricaron telas en las ciudades del norte de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Por lo general, la ropa era hecha a medida por costureras, modistas, sastres, sombreros y muchos otros comerciantes especializados, que servían en pequeñas tiendas a una clientela local. Las familias que no podían permitirse el lujo de encargarlas a las modistas, hacían su propia ropa o compraban ropa usada y la modificaban. Muchas capas de enaguas hechas de algodón, franela o lana eran puestas debajo de cada vestido usado por las mujeres. Las enaguas se usaban para hacer que las faldas pareciesen mas anchas creando el estilo “campana”, que fue popular durante la primera parte de finales de la época victoriana. Hasta la invención de marcos livianos en 1856, las mujeres usaban hasta 6,3kgs de tela debajo de sus vestidos. Bragas adornadas con muselina y enaguas suaves de muselina aparecieron una vez que los marcos se volvieron mas populares. En el periodo final de la Epoca Victoriana, las faldas anchas se empujaron hacia atrás y todo ese material extra se uso para crear polizones amplios.






En 1840 se comienza a usar el vestido de novia blanco y crinolina (falda estructurada), que continua en uso hasta el año 1850. Las tinturas comenzaron a estar disponibles en los últimos años y pronto la moda las adopto; reemplazaron a los tintes vegetales y animales.




En 1850 Amelia Bloomer, a quien recordamos como una revolucionaria de su época, creó una nueva moda: los bloomers (pantalones bombachudos) y presentó atraves de su periódico un nuevo estilo de vestuario para las mujeres “activas” inspirado en los trajes tradicionales turcos. La presentación de sus pantalones para mujeres provocaron una oleada de indignación entre la sociedad e insultos de la prensa. Estos pantalones eran como unas enaguas largas, flojas y ligeramente hinchadas que se estrechaban en el tobillo; sobre ellas iba una falda mas corta que las habituales faldas victorianas; resultaban comodos y fueron la antesala de los pantalones femeninos. Bloomer fue también una defensora de los derechos de la mujer en una sociedad donde era solo el pilar de la familia, y trataba de dejar en un segundo plano sus facetas culturales, creativas, políticas o trabajadoras.







En 1860 el volumen de la crinolina empieza a irse hacia la parte trasera dando lugar a una nueva estructura: el “polizon”. La introducción de la maquina de coser simplificó la confeccion de ropa en el hogar y en las boutiques, permitiendo un ahorro de tiempo y ayudando en la creación de prendas que de modo manual hubiera sido excesivamente lento. Los nuevos materiales de las lejanas colonias británicas dieron lugar a distintos tipos de prendas de vestir (como las botas de goma que se caracterizaban por su impermeabilidad).



El hombre comenzó a denomirse “el dandi”: mostraba el buen gusto y la elegancia, la vida de ocio y libertina. La ropa del hombre era vista como formal y rigida. A partir de la segunda mitad del sigloXIX cambia a una vestimenta austera y oscura para que la mujer resalte con sus tonos pasteles. Los hombres a finales de la época victoriana, usaban camisas, sombreros de copa, chaquetas (frac, levita, Spencer, etc), cuellos altos con cravat (pañuelo que se ata), pantalones (calzon), redingotes, bastones y también chalecos, sin importar para que evento se dirigían. El chaleco era una parte importante de sus atuendos, y los hombres poseían muchos de ellos para usar con un par de trajes oscuros. Los chalecos de seda eran populares, ya que esta tela era un material relativamente nuevo. La lana y el algodón también eran populares.



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