siglo xx


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A comienzos del siglo XX la moda empezó a crear nuevas tendencias acordes con el inicio de un nuevo siglo.  Fue una época en la cual los cánones de belleza imponían ciertas características para parecer mujeres ideales, lo que provocó que las mismas pusieran en riesgo su salud para cumplir con dicho ideal.  Un claro ejemplo:  la silueta en forma de S (Gibson Girl- 1900); el estilo exigía una cintura de avispa la cual se lograba con el corsé salud, que ajustado permitía marcar la cintura, subir el pecho (pecho paloma) y retrasar la cola, de esta forma se le hacía difícil respirar a las damas de la época.





No estaba bien visto lucir la piel morena, ya que la asociaban a la clase trabajadora que la obtenía como resultado de pasar largas jornadas a la luz del sol. Por este motivo las mujeres utilizaban sustancias tóxicas que contenían plomo o arsénico para blanquear la piel y a veces incluso llegaban a marcarse resaltando aún más el color de sus venas para que no se dude de su delicadeza cutánea.
Los cabellos blancos y ondulados eran símbolo de juventud, para lograr esto recurrían a rizadores, permanente o postizos. Por el contrario los cabellos lacios estaban mal vistos por la sociedad ya que eran sinónimo de un carácter caprichoso.
Las feministas fueron las primeras que consiguieron que se aceptara el maquillaje de color; las actrices, que acostumbraban a maquillarse en escena, comenzaron a lucir colores fuera del ambiente teatral. De esta forma muchas mujeres poco a poco se atrevían a mostrarse con colorete, rímel y hasta a teñirse el cabello con henna.
Se comenzaron a llevar faldas ajustadas a la cadera que se iban ensanchando en forma de campana al llegar al suelo y los vestidos bastante largos que no dejaban ver los zapatos. Las plumas y los encajes hacían furor, como accesorios se destacaban los grandes sombreros con infinidad de adornos y ornamentos  los cuales tuvieron muchísimo éxito durante esta época.
La moda prácticamente solo fue seguida por las clases altas y medias. Los diseñadores de moda de la época fueron Worth, Paul Poiret, Mariano Fortuny, Jacques Doucet, Jeanne Lanvin y Jeanne Paquin.
En 1908 la moda dejó de ser tan incómoda dándole lugar al talle imperio con el que  la cintura dejó de marcarse tanto y se lograba una silueta mucho más recta. Se produjo una oleada de orientalismo debido a los diseños de Paul Poiret y los ballets rusos. También las faldas dejan de tener vuelo y se empieza a usar una sobrefalda a la altura de la rodilla, con el fin de dar vuelo a los vestidos más entallados. Los sombreros redujeron un tanto sus dimensiones y surgen entonces las primeras marcas de ropa deportiva, exclusiva para aquellos que gustaban de practicar patinaje, esquí o tenis. El escote en V aparece y la ropa interior cambia radicalmente; así nace el sujetador y el corsé es dejado poco a poco de lado gracias a Poiret, un diseñador de alta costura con su afán de descubrir nuevas formas de belleza para la mujer.
El mismo es quien en 1910 abre una de las primeras tiendas. Comenzó a utilizar catálogos de ropa para lucir sus modelos. Su primer ilustrador fue Paul Iribe, utilizando la técnica Pochoir. El segundo ilustrador se llamó George Barbier dueño de un estilo más francés, su contexto era más escenográfico. Y por último George Lepope, quien era mucho más extravagante y estaba influenciado por el Art Deco.
Poiret decía: “Las libere del corsé pero les até las piernas” ya que fue en ese mismo año cuando se comenzó a utilizar la falda trabada o falda tubo, que si bien liberaba las caderas, se estrechaba luego en las rodillas hasta los talones, haciendo que las mujeres solo pudieran caminar a pasitos pequeños. En esta ocasión las mujeres no siguieron los dictados del genio. Esto no preocupó mucho a Poiret, que bajo la influencia árabe, oriental y clásicos griegos eleva la moda al status de arte. Siguió vistiendo a la mujer a su antojo con kimonos, babuchas, drapeados, velos, túnicas y turbantes que eran el lujo en su esplendor, con bordados de vivos colores, estampados de tipo orientales, puntillas de oro y plata, perlas y plumas.
Paul Poiret fue el primer modisto en lanzar su propio perfume. Además, al comprobar en sus viajes que en todas partes se copiaban sus diseños, umpulsó la creación del Syndicat de Defense de la Grande Couture Francaise, que debía proteger las creaciones originales.
Diseñadores actuales que se inspiraron en la epoca Reem Acra, Valentino, Bc Bg, Dior, entre otros.
En cuanto a la indumentaria masculina el hombre para más desapercibido usando traje con corbata o con un pañuelo cruzado. La bata para estar en su casa es el sobretodo. 
Cabe destacar a Mariano Fortuny, otro diseñador de la época el cual se inspiraba en la Antigua Grecia. Realizó diversos inventos como: la bufanda Knossos, de seda con forma rectangular y diseños geométricos asimétricos; los vestidos Delphos, inspirados en las pallas usadas en la Antigua Roma. Una larga túnica de una tela ligera con pliegues muy finos, plisado en seda de forma permanente que se llevó a cabo con un método secreto. Fortuny fue quien desarrolló el primer sistema para hacer plisados con máquinas de seda, el terciopelo y los tintes.





Conceptos

Art Decoarte que utiliza figuras geométricas bien estructuradas.
Pochoir: es una técnica que puede ser aplicada a todo tipo de superficie y cuyo principal secreto radica en la coincidencia exacta de los patrones correspondientes a cada color.

Henna: tinte natural de color rojizo.

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